jueves, 12 de diciembre de 2013

                                                               

                                                                      grafeno






     



El grafeno es uno de los materiales más finos, flexibles y con mayor conductividad que existen. Está llamado a revolucionar el futuro por sus enormes aplicaciones potenciales en diferentes campos, que van desde las telecomunicaciones o la fabricación de chips para ordenadores ultrarápidos hasta una nueva forma de elaborar fármacos contra el cáncer o un increíble ascensor espacial. Ahora, además, científicos de la Universidad de Columbia han confirmado algo que ya sospechaban, que se trata del material más fuerte que existe, incluso aunque contenga defectos. 
El grafeno es una capa atómica de carbono de un átomo de espesor dispuesta en celosía de nido de abeja. Es perfecta en áreas pequeñas, pero su uso práctico requiere superficies de mayores dimensiones, por ejemplo para crear hojas del tamaño de una pantalla de televisión
El equipo de ingeniería de Columbia ya publicó en la revista Science en 2008 que el grafeno perfecto era el material más fuerte jamás medido. «Se necesitaría un elefante en equilibrio sobre un lápiz para romper una hoja de grafeno del espesor del papel film», decía Hone. Ahora han comprobado que el grafeno imperfecto también puede con todo.




Esta disposición de átomos resulta en que el grafeno sea unas 200 veces más duro que el acero, al mismo tiempo que es un gran conductor eléctrico, puede ser transparente cuando se quiere, tiene una elasticidad y flexibilidad envidiables pese a ser tan duro, llega a ser tan ligero como el carbono, transporta de manera muy veloz electrones, consume menos energía cuando se fabrican y hacen funcionar transistores con él y hasta se repara solo cuando su estructura es dañada







Investigadores de la Universidad de Cambridge lograron que el grafeno fuera capaz de captar una gran cantidad de luz, lo que se puede utilizar en la creación de cables de fibra óptica muy veloces que se benefician de otra de las propiedades del material: los electrones se desplazan rápidamente en él.
Así, se prometen cables de grafeno que podrían mover información cientos de veces más rápido que uno actual, lo que podría implementarse en el área de las telecomunicaciones para la instalación de redes más veloces, aumentando así la capacidad y rapidez de Internet, la telefonía móvil y en definitiva, todas las comunicaciones que se llevan a cabo sobre nuestro planeta




Pero se está desarrollando una tecnología que utiliza grafeno y muestra dos propiedades que darán vuelta a la industria de las baterías: diez veces más capacidad de almacenamiento de energía y una reducción de diez veces en el tiempo de carga para la misma.
Esto sin duda revolucionaría los dispositivos móviles. ¿Se imaginan un smartphone que dure diez días encendido sin necesitar carga? ¿O una laptop con autonomía energética de 70 horas













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